De rechazado a autoeditado: el camino de Terror Mortis
Antes de decidirme a publicar Terror Mortis a través de Amazon Kindle, hice lo que tantos escritores intentan: envié el manuscrito a una veintena de editoriales gallegas y españolas. El resultado fue el silencio. Ni un “sí”, ni un “no”. Simplemente, nada.
X. M. FERRO FORMOSO
5/27/2025


Al principio me desanimé. Dejé la historia guardada en una carpeta durante semanas, preguntándome si valía la pena seguir adelante.
Hasta que un día, casi por probar, maqueté una primera versión en Canva, de forma amateur, y la compartí con amigos y familiares. Sé que no son el público más objetivo —la sangre y la amistad pesan—, pero sus opiniones fueron sinceras y alentadoras. La mayoría me pedía una segunda parte. Y ese impulso era justo lo que necesitaba.
Fue entonces cuando descubrí Amazon Kindle Direct Publishing, una herramienta poderosa para autopublicar… aunque no tanto para autoeditar. Porque a partir de ahí empezó una auténtica montaña rusa de tareas:
Corrección y revisión del texto
Maquetación y paginado profesional
Diseño de la cubierta
Tramitación del ISBN, del depósito legal y del registro de propiedad intelectual
Todo eso, solo, desde mi ordenador. Un verdadero máster intensivo en la industria editorial, hecho a base de paciencia, aprendizaje y muchas horas de frustración… y también de satisfacción.
Publicar Terror Mortis de este modo no fue un acto de rebeldía, sino de necesidad: porque esta historia merecía ver la luz, aunque fuera sin el respaldo de una editorial.
El día 10 llegará por fin a vuestras manos. Y hoy sé que fue la decisión correcta. Era, sencillamente, el camino que me tocaba recorrer.